Porque están tuertas.
Negras (a pesar de intentar lavarlas).
La suela es de la gordura de un papel de fumar.
Quizás sea culpa mía, por bajar con ellas incluso a tirar la basura.
O por ponérmelas cada día que llego a casa.
Ya tengo unas nuevas, pero son sólo zapatillas, sin ojos, sin orejas, sin sonrisa.
Siempre quedará su recuerdo en éste blog, y en mi memoria!

1 comentario:
Vas a avandonar a tus ovejitas de erasmus? en otro pais? son ovejas, no tendrán oportunidad de sobrevivir.
¿Dónde está tu corazón? yo lo se: en un bote de formol.
Saludos ;)
PD: y mis carretes!!!
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